Cada vez se escucha más el término de «casa pasiva» y ten por cuenta que de aquí a aproximadamente unos 5 años (por decir una fecha cercana), lo tendrás hasta en la sopa. Y es que, con tanta subida, la factura de la luz cada vez es más alta y buscar soluciones que nos ayuden a ahorrar en el día a día se ha convertido en algo crucial. 

Pero seamos sinceros, el poner lavadoras solo durante el fin de semana o aprovechar las horas nocturnas para hacer la colada, no son soluciones que consigan proporcionarnos un consumo casi nulo. De hecho, son soluciones que alteran nuestra rutina, que la modifican y nos hace estar pendientes de asuntos de los que podríamos despreocuparnos perfectamente si la cosa fuera de otra manera. 

Y ¿cuál es esa otra manera? Efectivamente el concepto de «casa pasiva». El concepto de casa orientada a reducir las necesidades energéticas de calefacción y refrigeración para alcanzar hasta un 90% de ahorro. Esto sí que suena a dinero para tu bolsillo y no lo de vigilar los horarios en los que consumes energía a diario, ¿no crees? 

Ahora bien, ¿debemos fiarnos de toda casa que veamos a la venta y que se haga llamar «casa pasiva»? Pues lo cierto es que no del todo. Para que una casa se considere pasiva tiene que cumplir 5 principios básicos. Incluso, para que esa casa pueda optar a la certificación Passivhaus, debe contar con unas características constructivas específicas relacionadas con estos principios, lo que se conoce como el estándar Passivhaus. 

Te desvelamos cuáles son esos 5 principios básicos y esos estándares que conseguirán que tu casa pasiva pueda optar al certificado. ¿Preparados? ¿Listos? ¡Ya! 

Descubre los principios básicos de una casa pasiva

Leerás por ahí (y te corroboramos nosotros) que estas casas pueden llegar a proporcionar a sus propietarios hasta un 90% de ahorro en consumo energético. El caso es que para llegar a este gran porcentaje tienen que darse una serie de condiciones. 

Las primeras condiciones que se deben cumplir son aquellas que corresponden con los estándares Passivhaus. Sí, esas condiciones que harán que una casa pasiva se convierta en una auténtica Passivhaus con certificado oficial. 

¿Quiere decir esto que si la casa que construyamos o compremos cumple estos estándares llegará a proporcionarnos un consumo casi nulo? Pues la verdad verdadera es que no. Cuanto más se acerque a estos estándares o a estos principios básicos, mayor porcentaje de ahorro conseguiremos, pero queremos dejar claro que su cumplimiento solo nos garantiza el poder optar a la certificación. El que tenga un mayor porcentaje de ahorro o menor, dependerá de la suma de muchos factores: la calidad de los materiales empleados, la orientación de la vivienda, la viabilidad de las estrategias de edificación y diseño… Por eso, ten claro desde ya mismo que la calidad y el trabajo de la constructora importa y mucho.

Y ahora, sin más dilación, vamos a detallar los 5 principios básicos que es realmente lo que interesa en este artículo. 

Excelente aislamiento térmico

Lo que se busca aquí es lograr un aislamiento de baja transmitancia. ¡No te preocupes! No tienes por qué conocer este término tan técnico aún. Básicamente lo que hay que conseguir es aislar la casa del exterior impidiendo que el calor se escape durante el invierno y que este entre en verano.

Cuando hablamos de transmitancia, lo hacemos de la capacidad aislante de los elementos constructivos. Esta capacidad aislante se optimiza con el espesor de los materiales en muros, cerramientos, cubiertas… Es decir, en todo lo que envuelve al edificio para mejorar sus prestaciones térmicas. 

Pero, ¿cuáles deben ser los espesores de los materiales que se empleen en una casa pasiva para aislarla lo máximo posible? Pues lo cierto es que el espesor de los materiales dependerá del clima y por tanto de la ciudad en la que se edifique. 

Ventanas y puertas de altas prestaciones

Está claro que de nada sirve detenernos en el primer punto y aislar la casa del exterior gracias a la envoltura, si luego pecamos de colocar puertas y ventanas mediocres. Uno de los puntos débiles de cualquier vivienda es justo este, ya que tanto las puertas como las ventanas pueden suponer pérdidas costosas de calor. 

Y aquí entran en juego dos cosas. Por un lado, la orientación de las ventanas debe ser la adecuada para que el sol pueda calentarlas en invierno y exista un buen control solar también durante el verano. La labor del arquitecto aquí es crucial, ¿no crees? 

Por otro lado, las carpinterías tanto de puertas y ventanas deben tener muy baja transmitancia térmica. Además, conviene la instalación de cristales de doble o triple vidrio y que estén rellenas de un gas inerte.  

Ausencia de puentes térmicos

Los puentes térmicos son puntos débiles en la estructura de una edificación por los cuales se pierde o se gana energía no deseada. Se tiende a pensar que estos puntos débiles se encuentran solo en puertas, ventanas y en paredes con poca transmitancia. Pero lo cierto es que estos puntos pueden estar en cualquier lugar de la obra y deben detectarse y subsanarse si se quiere conseguir de verdad una casa pasiva. 

Para detectar estos puntos débiles se suele recurrir a termografías que muestran los lugares exactos por donde el calor se escapa, aunque sea mínimamente: juntas, esquinas ejes…

Además, detectar y reparar estos puentes térmicos es crucial, ya que son puntos estratégicos para la aparición del indeseable moho. 

Ventilación mecánica con recuperación de calor

¿Significa que no existe calor dentro de una vivienda pasiva si se aísla del exterior? Por supuesto que no. En el interior de cualquier vivienda se genera calor de forma constante ya sea por el funcionamiento de los electrodomésticos o bien por el simple hecho de que haya alguien viviendo dentro.

Es por esto que instalar un buen sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor es otro de los requisitos indispensables del estándar Passivhaus. Este sistema permite ventilar recuperando entre el 80 y el 90% de la energía que se crea dentro del propio inmueble. 

Con este sistema, ni siquiera hace falta abrir las ventanas para ventilar, sino que el aire que entra se climatiza con el que sale y se evita así la entrada y salida indeseada de calor. 

Estanqueidad del aire y hermetismo de la vivienda

Lo normal en una casa tradicional es que se creen distintas corrientes de aire, ya sea procedentes de las ventanas, de las puertas o por huecos o grietas que se hayan pasado por alto durante la construcción. En una casa pasiva esto no puede suceder. La eficiencia del sistema de ventilación debe ser lo más estanca posible y la casa debe permanecer hermética.

Para conseguir esta hermeticidad, por supuesto hay que prestar atención durante la construcción para que todas las juntas estén bien selladas y no permitan la salida indeseada de calor. 

Conclusión

Todo esto que acabamos de contar, corresponde a los estándares de una casa PassivHaus. Una construcción diseñada y realizada siguiendo estos principios básicos dará lugar a una vivienda con unas necesidades muy bajas en calefacción y refrigeración. Traducido significa que estaremos ante una vivienda que mantendrá una temperatura idónea tanto en invierno como en verano y eso es lo que conseguirá que no tengamos que consumir apenas energía. Por supuesto, si tu casa se ha construido siguiendo estos estándares, no deberías tener problemas para conseguir el certificado. En la Plataforma de Edificación PassivHaus de España tienes información más concreta acerca del proceso y los requisitos para la certificación si te hicieran falta.